La rotura de la principal bomba sumergible de las dos con que cuenta esta Cooperativa para elevar el agua la Cisterna, sumado a desperfectos en las dos bombas con motor a explosión que actualmente se utilizan para succionar agua del arroyo (en reemplazo de las tomas que se llevó la crecida) motivaron una imprevista interrupción en el servicio durante la última semana.
Este lunes 20 de abril, técnicos del Ministerio de Agua y Ambiente y profesionales estará procediendo a instalar nuevas bombas en el pozo desde el cual se eleva el líquido hasta la Cisterna. En consecuencia, mientras duren estas actividades, que se estiman insumirán un plazo menor a las 48 horas, NO SE SUMINISTRARÁ AGUA POR RED.
En consecuencia, se ruega a los socios que realicen un uso restrictivo del agua, limitándola al consumo indispensable ya que una vez que se instalen las nuevas bombas, se necesitará un día para volver a llenar la Cisterna y posteriormente volver a dar el servicio.
La situación
Como ya hemos informado en este blog, la crecida del arroyo Cabana el 15 de febrero pasado sacó de funcionamiento las dos tomas de agua, una por la congestión excesiva de sedimentos y la otra porque la corriente bajó el nivel del arroyo dejándola por encima de su curso.
El Ministerio de Agua y Ambiente, a través del ministro Fabián López, suministró a esta Cooperativa dos bombas con motor a explosión para reemplazar parcialmente las tomas, dado que estos aparatos no aportan el mismo caudal de agua que las tomas propias.
Por el intenso uso de las mismas, a lo largo de muchísimas horas, se verificaron inconvenientes. Actualmente una de las dos bombas a explosión está sin funcionar.
Mientras esto ocurría, la mayor de las dos bombas con que cuenta esta Cooperativa para sacar agua del pozo y enviarla a la Cisterna, dejó de funcionar. Nuevamente, el Ministerio ofreció todo su apoyo para resolver la cuestión, acompañado por funcionarios de la Municipalidad de Unquillo.
El reemplazo de estas bombas por nuevas (foto) se producirá a partir de el lunes 20 y puede llevar 48 horas de trabajo. Una vez puestas hay que bombear hasta la Cisterna y recién ahí dar nuevamente el agua.
ES NECESARIO, POR FAVOR, QUE USTED NOS AYUDE A COMUNICAR ESTA SITUACIÓN CON SUS VECINOS. Muchas gracias.
domingo, 19 de abril de 2015
martes, 24 de febrero de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
CRECIENTE SE LLEVÓ LAS DOS TOMAS DE AGUA
La Cooperativa de Agua de Cabana comunica que la desproporcionada creciente ocurrida en el arroyo Cabana el día domingo 15 de febrero de 2015 llevó las dos tomas de agua con las que contaba para obtener el líquido elemento y conducirlo al pozo de bombeo.
La dramática emergencia ya fue comunicada por esta Cooperativa a las autoridades pertinentes y en la actualidad se está llevando el agua con un sistema consistente en una bomba naftera con capacidad máximoa para 30 mil litros por hora.
Continúa asimismo en funcionamiento el pozo de agua complementario.
En consecuencia, esta Cooperativa recomienda a sus asociados realizar las reservas de agua pertinentes para hacer frente a la inestabilidad de la prestación del servicio.
Se recuerda, una vez más, que todas las viviendas conectadas a la red deben contar con cisternas apropiadas para afrontar hasta 72 horas sin agua de red.
En forma paralela y por las circunstancias descriptas, esta Cooperativa se ve totalmente impedida a otorgar nuevas conexiones a la red.
Esta medida se mantendrá hasta tanto las autoridades provinciales con jurisdicción en el arroyo procedan a reponer al menos una toma de agua permanente.
La dramática emergencia ya fue comunicada por esta Cooperativa a las autoridades pertinentes y en la actualidad se está llevando el agua con un sistema consistente en una bomba naftera con capacidad máximoa para 30 mil litros por hora.
Continúa asimismo en funcionamiento el pozo de agua complementario.
En consecuencia, esta Cooperativa recomienda a sus asociados realizar las reservas de agua pertinentes para hacer frente a la inestabilidad de la prestación del servicio.
Se recuerda, una vez más, que todas las viviendas conectadas a la red deben contar con cisternas apropiadas para afrontar hasta 72 horas sin agua de red.
En forma paralela y por las circunstancias descriptas, esta Cooperativa se ve totalmente impedida a otorgar nuevas conexiones a la red.
Esta medida se mantendrá hasta tanto las autoridades provinciales con jurisdicción en el arroyo procedan a reponer al menos una toma de agua permanente.
sábado, 24 de enero de 2015
El arroyo Cabana y las lluvias
Durante todo 2014 y afortunadamente en el inicio de este 2015, las lluvias han contribuido a que el caudal del arroyo Cabana, de donde se toma una parte del agua que distribuye esta Cooperativa, se mantenga constante.
Los habitantes de Cabana volvimos a disfrutar de la mejor agua de la región, con un color y sabor realmente destacables.
De cualquier forma, la intensidad de las precipitaciones, con tormentas que descargan varios milímetros en pocos minutos, acarrean serios problemas al sistema de recolección y filtrado que se aplica.
Uno de esos inconvenientes, fue la rotura de la toma, con el ingreso de grandes piedras al ducto. Dado que fue una obra realizada por la DIPAS a pedido de esta Cooperativa, las autoridades de dicho organismo ya fueron informadas para que realicen la reparación correspondiente con el objetivo de normalizar la captación.
miércoles, 25 de mayo de 2011
Sin agua en las Sierras Chicas
Investigación
Sin agua en las Sierras Chicas
Sergio Chiavassa y Gabriel Saal, agrónomos e investigadores del Centro de Investigaciones de la FFyH, trabajan sobre esta problemática desde hace varios años. En el último proyecto presentado indagan sobre las relaciones y conflictos entre los pobladores y el uso de este recurso tan preciado. También proponen algunas políticas públicas para preservar las cuencas hídricas.
“En los ’70, las publicaciones sobre geografía física de Córdoba decían que este era un territorio “pobre” en aguas superficiales y que las subterráneas no eran lo suficientemente conocidas como para evaluar su importancia. La provincia es una zona mayoritariamente árida y semi-árida. Sólo en algunas regiones hay buena disponibilidad de agua al este y al sur. En el resto es el recurso limitante para muchas actividades productivas agropecuarias y también para el desarrollo urbano.
En las últimas dos décadas, el país experimentó profundas transformaciones en la configuración y organización de los territorios rurales, como resultado de los procesos de modernización y reestructuración del modelo agro-exportador. En este contexto, la problemática del agua sigue cobrando singular importancia, ya que su disponibilidad para los domicilios y para el desarrollo de actividades industriales, comerciales, agropecuarias y turísticas plantea una serie de cuestionamientos sobre su uso (y abuso).
En este sentido, el proyecto de investigación “Dinámica social y territorial en relación a problemáticas del uso del agua. Estudio a nivel de cuencas en la vertiente oriental de las Sierras Chicas”, dirigido por Gabriel Saal, ingeniero agrónomo y docente de la cátedra de Extensión Rural de la Facultad de Agronomía de la UNC, se propone indagar los cambios en la dinámica socio-territorial, la relación de los pobladores en torno al uso del agua y los intereses entre los diferentes agentes sociales y actividades que coexisten en las cuencas hídricas situadas en las Sierras Chicas.
En las últimas dos décadas, el país experimentó profundas transformaciones en la configuración y organización de los territorios rurales, como resultado de los procesos de modernización y reestructuración del modelo agro-exportador. En este contexto, la problemática del agua sigue cobrando singular importancia, ya que su disponibilidad para los domicilios y para el desarrollo de actividades industriales, comerciales, agropecuarias y turísticas plantea una serie de cuestionamientos sobre su uso (y abuso).
En este sentido, el proyecto de investigación “Dinámica social y territorial en relación a problemáticas del uso del agua. Estudio a nivel de cuencas en la vertiente oriental de las Sierras Chicas”, dirigido por Gabriel Saal, ingeniero agrónomo y docente de la cátedra de Extensión Rural de la Facultad de Agronomía de la UNC, se propone indagar los cambios en la dinámica socio-territorial, la relación de los pobladores en torno al uso del agua y los intereses entre los diferentes agentes sociales y actividades que coexisten en las cuencas hídricas situadas en las Sierras Chicas.

Este territorio seleccionado, tiene una problemática actual en relación al uso del agua y sufrió cambios importantes en cuanto a la urbanización, revela después Gabriel Saal. “En esta zona de la cuenca se plantean conflictos gravísimos con el agua en determinados momentos del año y también tiene un gran desarrollo urbanístico, con emprendimientos de una magnitud importantísima, que es el mayor problema”, señala.
Tal es así que en 2009 se dio una de las sequías más graves de la historia de la Provincia y se declaró “crisis hídrica”. Se restringió el uso de agua en la ciudad de Córdoba y en algunas localidades aledañas, sobre todo en aquellas ubicadas en el faldeo oriental de las Sierras Chicas, se hicieron cortes programados del suministro periódicamente.
Al límite
El territorio observado en el proyecto de investigación cuenta con cursos superficiales de escaso caudal y las aguas subterráneas con que se relacionan dependen principalmente de la “cosecha” de agua que se produce en las zonas altas de las cuencas. “Hay ríos muy chiquitos, con muy poco caudal, que en los últimos años se están secando y perjudican otras actividades como el turismo o la producción agropecuaria”, dice Chiavassa.
A esto hay que sumarle una serie de problemáticas que agravan la situación de insuficiencia hídrica: los incendios, el aumento de urbanizaciones de distintos niveles (planes de vivienda, loteos abiertos, barrios cerrados y complejos turísticos), la deforestación y el sobrepastoreo.
“Estamos frente a un recurso que se encuentra en el límite de uso. La realidad de los últimos años es que no alcanza el abastecimiento de las sierras por dos causas: una, porque el consumo es mucho mayor y por otro lado, se ha alterado de manera importante la superficie de captación por la destrucción del bosque nativo. Básicamente, lo que intenta el proyecto es hacer un estudio para entender cuál es la dinámica del funcionamiento del agua y de ahí poder proponer políticas públicas de producción agropecuaria, de urbanización, de uso del agua, porque es una zona en crisis”, advierte Saal.
Uno de los principales objetivos del proyecto es indagar las prácticas relacionadas al uso del agua y otros recursos que desarrollan los distintos agentes sociales. Los investigadores señalan que ese uso no sólo está determinado por la disponibilidad natural, sino también por la organización social que define el acceso y aprovechamiento del recurso. De esta manera, las condiciones sociales y económicas de los usuarios hacen que recurran a diversas acciones para lograr el acceso al agua.
Para esto, una de las primeras tareas es identificar a los agentes y generar una tipología. En este sentido, trabajarán con una asamblea de Agua de Oro que se ocupa sobre la problemática. A partir de eso, se dedicarán a ver qué uso hacen, las relaciones sociales y los conflictos que se generan entre los pobladores de las zonas bajas y altas de la cuenca.
El territorio observado en el proyecto de investigación cuenta con cursos superficiales de escaso caudal y las aguas subterráneas con que se relacionan dependen principalmente de la “cosecha” de agua que se produce en las zonas altas de las cuencas. “Hay ríos muy chiquitos, con muy poco caudal, que en los últimos años se están secando y perjudican otras actividades como el turismo o la producción agropecuaria”, dice Chiavassa.
A esto hay que sumarle una serie de problemáticas que agravan la situación de insuficiencia hídrica: los incendios, el aumento de urbanizaciones de distintos niveles (planes de vivienda, loteos abiertos, barrios cerrados y complejos turísticos), la deforestación y el sobrepastoreo.
“Estamos frente a un recurso que se encuentra en el límite de uso. La realidad de los últimos años es que no alcanza el abastecimiento de las sierras por dos causas: una, porque el consumo es mucho mayor y por otro lado, se ha alterado de manera importante la superficie de captación por la destrucción del bosque nativo. Básicamente, lo que intenta el proyecto es hacer un estudio para entender cuál es la dinámica del funcionamiento del agua y de ahí poder proponer políticas públicas de producción agropecuaria, de urbanización, de uso del agua, porque es una zona en crisis”, advierte Saal.
Uno de los principales objetivos del proyecto es indagar las prácticas relacionadas al uso del agua y otros recursos que desarrollan los distintos agentes sociales. Los investigadores señalan que ese uso no sólo está determinado por la disponibilidad natural, sino también por la organización social que define el acceso y aprovechamiento del recurso. De esta manera, las condiciones sociales y económicas de los usuarios hacen que recurran a diversas acciones para lograr el acceso al agua.
Para esto, una de las primeras tareas es identificar a los agentes y generar una tipología. En este sentido, trabajarán con una asamblea de Agua de Oro que se ocupa sobre la problemática. A partir de eso, se dedicarán a ver qué uso hacen, las relaciones sociales y los conflictos que se generan entre los pobladores de las zonas bajas y altas de la cuenca.

Los aportes más importantes que se encuentran en el proyecto son la distinción de los diferentes agentes sociales y los conflictos que se plantean entre ellos, además de una serie de mapas temáticos en los que se puedan observar cuáles son las principales problemáticas, dónde están ubicadas y cuáles son los recursos que están afectados. “Si decimos que en la zona uno de los recursos limitantes para determinados tipos de actividades es el agua, se tienen que plantear modificaciones que contemplen, por ejemplo, una forma racional del uso del agua y hasta un control del desarrollo urbanístico, en relación a cuántas personas puede proveer esa cuenca, que es la única fuente de la que disponen. No tienen otra alternativa. No hay soluciones mágicas”, afirma Saal.
Para esto, los investigadores establecen algunas propuestas de políticas públicas que contemplen el uso actual y futuro del agua. “El problema ya está y hay lugares donde no tienen agua. Es un problema sumamente complejo y hay que solucionarlo en esa conflictividad. Una salida es ver cómo se puede tomar conciencia sobre la problemática, porque más agua no hay. No hay forma de fabricar agua”, completa Chiavassa.
Sin embargo, una de las soluciones que plantean algunos políticos son los trasvasamientos de cuenca. O sea, traer agua desde otra cuenca a través de alguna obra de ingeniería. Según Saal y Chiavassa esto sólo sería temporal y “faraónico” y además traería problemas en la otra cuenca de la que se saca el recurso.
“Una de nuestras propuestas es proteger, como dice el biólogo Raúl Montenegro, la fábrica de agua, que es la cuenca de las Sierras Chicas. Esto implica mantener la superficie de absorción a través de la preservación del bosque nativo. Las sierras funcionan como un gran reservorio de agua, que absorbe el agua de lluvia. Esta a su vez se incorpora en las napas y se va liberando lentamente”, explica Saal.
“Nuestra máxima aspiración como política pública es apoyar a las comunidades en la concreción de un corredor de reservas hídricas que contemple desde lo que es el III Cuerpo de Ejército y conectarlo con la reserva hídrica de Río Ceballos. Faltaría una zona cerca de San Fernando, sobre Villa Allende, que serviría para unir toda la parte de arriba de Unquillo y seguir por Sierras Chicas hasta el campo de aviación de Ascochinga, que también es público. Ahí habría un corredor de reservas hídricas donde se controla y se hace un uso del territorio desde otro punto de vista y que esa ‘esponja’ vuelva a funcionar o se mantenga”, finaliza Chiavassa.
El proyecto
Esta investigación surge a partir de un primer proyecto, desarrollado entre 2008 y 2009, titulado “Geografía del agua de las Sierras Chicas”, ya que era una problemática reflejada en los medios pero de la que no había estudios al respecto. “Para el primer proyecto nos encontramos con que no había conocimiento real de lo que pasaba en la cuenca. No se sabía nada de los caudales de agua, no se sabía cuánto se bombeaba de los pozos, no se tenían registros de precipitaciones. O sea que no se podía hacer un análisis físico de la cantidad de agua existente. De ahí parte el hecho de empezar a estudiar esta zona”, explica el agrónomo Sergio Chiavassa.
La región observada en el proyecto actual es una zona rural que en este momento vive una acelerada transformación socio-territorial, caracterizada por el incremento de alteraciones ambientales, derivadas de procesos de urbanización no planificada, así como de transformaciones en las actividades productivas y de servicios, conformando un escenario de disputa por los recursos naturales, en especial el agua, que deriva en conflictos entre distintos agentes.
En el primer proyecto se trabajó en las localidades de la zona baja de la cuenca para identificar a los agentes sociales, darle una clasificación y, a partir de eso, ver el uso que hacen del agua y cómo se relacionan entre ellos. Para esta parte del proyecto se pretende ampliar a la cuenca alta, donde hay establecimientos agropecuarios, emprendimientos turísticos, segundas residencias y algunos “neorrurales” (personas que hacen producciones rurales, pero con características distintas a la del productor tradicional) y qué relación tienen ellos en el uso que hacen del agua con lo que está pasando en la zona baja.
Además de Saal y Chiavassa, el resto del equipo de investigación está compuesto por representantes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y de la Subsecretaria de Ambiente de la Provincia de Córdoba, además de docentes y alumnos de la carrera de Geografía de la FFyH.
Esta investigación surge a partir de un primer proyecto, desarrollado entre 2008 y 2009, titulado “Geografía del agua de las Sierras Chicas”, ya que era una problemática reflejada en los medios pero de la que no había estudios al respecto. “Para el primer proyecto nos encontramos con que no había conocimiento real de lo que pasaba en la cuenca. No se sabía nada de los caudales de agua, no se sabía cuánto se bombeaba de los pozos, no se tenían registros de precipitaciones. O sea que no se podía hacer un análisis físico de la cantidad de agua existente. De ahí parte el hecho de empezar a estudiar esta zona”, explica el agrónomo Sergio Chiavassa.
La región observada en el proyecto actual es una zona rural que en este momento vive una acelerada transformación socio-territorial, caracterizada por el incremento de alteraciones ambientales, derivadas de procesos de urbanización no planificada, así como de transformaciones en las actividades productivas y de servicios, conformando un escenario de disputa por los recursos naturales, en especial el agua, que deriva en conflictos entre distintos agentes.
En el primer proyecto se trabajó en las localidades de la zona baja de la cuenca para identificar a los agentes sociales, darle una clasificación y, a partir de eso, ver el uso que hacen del agua y cómo se relacionan entre ellos. Para esta parte del proyecto se pretende ampliar a la cuenca alta, donde hay establecimientos agropecuarios, emprendimientos turísticos, segundas residencias y algunos “neorrurales” (personas que hacen producciones rurales, pero con características distintas a la del productor tradicional) y qué relación tienen ellos en el uso que hacen del agua con lo que está pasando en la zona baja.
Además de Saal y Chiavassa, el resto del equipo de investigación está compuesto por representantes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y de la Subsecretaria de Ambiente de la Provincia de Córdoba, además de docentes y alumnos de la carrera de Geografía de la FFyH.
Nota publicada en la página web del Ciffyh: http://www.ffyh.unc.edu.ar/ciffyh/
viernes, 19 de marzo de 2010
Información para los socios
Crisis Hídrica
La Cooperativa informa a sus socios que la situación hídrica en la zona ha mejorado, no obstante ello la crisis todavía no ha sido superada. Es evidente que los acuíferos no han retomado su caudal medio dado que las precipitaciones hasta el momento no han sido suficientes.
Deseamos informarles también que en este período de crisis grave, quienes administramos la/su Cooperativa hemos tenido que realizar denodados esfuerzos para que Uds./los socios pudieran tener la provisión de agua mínima necesaria. Esto se logró en base a una mayor intensidad de bombeo (un régimen de bombeo doble), con una mayor captación de agua del arroyo por medio de una manguera extra para una toma que se halla más arriba de la actual, con ayuda de un camión tanque de la ex DIPAS, que nos acercaba diariamente un tercio del agua que se consume y también debido al menor consumo de agua por parte de Uds. los socios; quienes comprendieron la situación imperante y restringieron concientemente el uso.
Además debemos destacar que en este período la Cooperativa debió afrontar las siguientes situaciones:
Situación financiera
La situación arriba descripta ha provocado un gran retraso en la tarifa actual. Por lo tanto este Consejo de Administración ha decidido aumentar la tarifa mínima (hasta 13 metros cúbicos) a 35 $ (pesos treinta y cinco) mensuales, a partir del primero de enero del 2010. Con la cooperación de cada uno de Uds. la Cooperativa podrá seguir mejorando su servicio.
- la factura de la electricidad aumentó más de un 25 %, debido al doble bombeo arriba mencionado
- fue necesario asignar horas extra al personal (más de un 100 % de horas extra en algunos momentos) para bombear de día y de noche y para llevar agua a los socios que están ubicados en las zonas altas y que por consiguiente no recibían agua - todo ello a causa de la baja presión, producto de la poca agua existente en la cisterna de distribución -
- esto trajo aparejado un mayor gasto de combustible de la pick – up, así como un mayor desgaste del vehículo
- además disminuyeron en forma significativa los ingresos - por efecto del menor suministro de agua (día de por medio y en una semana cada tres días) y por el menor consumo de agua por parte de los usuarios, produciendo en consecuencia una baja en la facturación del servicio en aproximadamente un 30 %.
- por otro lado se gestionó ante la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia (ex DIPAS) un provisión de agua extra (con camión), proveniente de pozos de Mendiolaza. Para acelerar el servicio de transporte de agua se hizo necesario ayudar con el almuerzo para el chofer del camión, gasto que en el transcurso del tiempo se ha hecho relevante.
Informamos a los socios que nuestra Cooperativa cuenta con un total de 280 socios. Esto lleva a que en este momento la administración de la misma se ha tornado más compleja porque: se realizó una adecuación de todos los procesos administrativos a la reglamentación interna de la Cooperativa, como también de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia (ex DIPAS); es por eso que se mejoró el área administrativa (digitalización de toda la información necesaria, creación de un fichero con todos los datos de cada uno de los socios, archivo digital con la lectura mensual de los medidores, seguimiento de morosos, rescate de las escrituras de los predios, y actualización de toda la documentación pertinente y necesaria para presentar a los organismos de control, etc.)., también se optimizó el manejo de la parte técnica, correspondiente a la toma, tratamiento y suministro de agua a cada usuario (cuidado y manejos adecuado de la nueva toma, filtrado, clorado y acopio de agua en la sala de bombeo, para su posterior bombeo a la cisterna principal), mantenimiento del retrolavado con filtro y mejora y extensión de la red (válvulas de aire, reposición y colocación de nueva cañería, llaves de limpieza, etc.).
Esto trajo aparejado por ejemplo la capacitación permanente del personal administrativo y técnico (dos empleados) en el manejo y mantenimiento; siendo hoy imprescindible mantener este personal capacitado en forma permanente. Además esta situación de clara evolución positiva para la captación, tratamiento, distribución, mantenimiento y administración de nuestra/su Cooperativa nos ha llevado a tener un mayor grado de erogaciones; por ejemplo insumos indispensables de uso diario tuvieron aumentos muy importantes en los dos últimos dos años (entre un 20 y 96,00% en algunos casos), por ejemplo: Caño de 50 mm aumentó =66.75 %, junta gibault = 95,80 %; pasta lubricante = 44,27 %, anillo de toma = 17 %, Cloro = 66,75 %; el aporte a AFIP aumentó un 87,41 % (todo esto producto de la situación económica actual); los sueldos del personal se fueron ajustando a las nuevas pautas salariales, etc. La situación arriba descripta ha provocado un gran retraso en la tarifa actual. Por lo tanto este Consejo de Administración ha decidido aumentar la tarifa mínima (hasta 13 metros cúbicos) a 35 $ (pesos treinta y cinco) mensuales, a partir del primero de enero del 2010. Con la cooperación de cada uno de Uds. la Cooperativa podrá seguir mejorando su servicio.
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
jueves, 18 de marzo de 2010
El agua que pierde Córdoba
Germán Jaacks
Guardaparque. Parque Nacional Quebrada El Condorito
La crisis del agua en Córdoba para muchos, no fue sorpresa. Se generalizó el concepto de "sequía extrema" y se planea hacer un acueducto desde el río Paraná. Lo cierto es que nadie explicó las verdaderas razones de la crisis. Por empezar, no hubo "sequía". Lo que hubo es una "estación seca" muy similar a las que se registraron en algunos años anteriores.
Pero la situación se ha vuelto problemática. Si estas fluctuaciones climatológicas antes no generaban caos, ¿por qué ahora sí? Es que se conjugaron tres factores: empeoró el estado de los ecosistemas que nos brindan servicios ambientales a la comunidad mediante la captación y retención hídrica de las lluvias estacionales; la temperatura global está aumentando y nuestras defensas ambientales naturales están demasiado debilitadas para soportarlo, y se incrementó el consumo de agua sin una apropiada planificación y con dificultades de control.
Las lluvias estacionales caen mayormente en las montañas. En el cinco por ciento de la superficie provincial (las Sierras Grandes de Córdoba) nace el 70 por ciento de los ríos que abastecen a más de dos millones de personas. Por milenios, la naturaleza contrarrestó el rápido escurrimiento del agua frenándola mediante la presencia de vegetación. Los suelos con bosques nativos absorben 18 veces más agua que un suelo desprotegido. El suelo es una esponja natural.
Suelo degradado. Ahora, ese sistema no está funcionando bien, porque se ha dañado el suelo con sobrepastoreo, incendios, desmontes, árboles introducidos. Con todo ello, el daño está activo, los suelos se erosionan con el agua y el viento, y va quedando roca desnuda. Estas montañas son una "fábrica de agua", pero se las usa para fabricar carne, leña, pinos, etcétera.
Todo empeora en estos tiempos de calentamiento global. Debemos adaptarnos a esta realidad que se nos viene. El bosque, el matorral y el pajonal nativos son nuestras defensas ambientales naturales contra este incipiente calentamiento y nos ayudarán a amortiguar impactos.
Además, todo se complica cuando la demanda de agua aumenta sin las debidas previsiones. Se generaron emprendimientos inmobiliarios sin dar tiempo a planificar el crecimiento metropolitano y serrano, en función de temas cruciales como la provisión sustentable de agua.
Proyecto río Paraná. La propuesta de solución que baraja el Gobierno provincial es traer agua del río Paraná, con costos de construcción y operación altísimos y relativamente vulnerable ante fallas humanas o técnicas. Y no conocemos aún los detalles de mitigación ambiental de esa iniciativa.
Pero somos cada vez más los que sostenemos que la solución tiene que estar en algo sostenible en el tiempo y que tenga la mayor eficiencia económica, social y ambiental. Y la solución la tenemos a la vista: hay que mirar hacia la montaña, hay que proteger las nacientes de los ríos.
Se debería organizar productivamente las tierras altas promoviendo la captación y retención de agua, aplicando modelos ya comprobados de mejoramiento y aprovechamiento de cuencas hídricas para abastecimiento humano: campos con buena cobertura vegetal, con suelo no compactado, con buenos cortafuegos, con bajas cargas ganaderas, con consorcios de productores rurales que brinden servicios comunes, haciendo restauración ambiental (como forestación con especies nativas, erradicación de plantas invasoras exóticas como pinos, álamos y mimbres) y favoreciendo la investigación. Es todo un trabajo especializado, remunerado y con plena identidad cultural regional.
Se puede considerar una actividad productiva rural más, diversificando la producción serrana. En pocos años de restauración ambiental se obtienen resultados hidrológicos satisfactorios con la aplicación de técnicas de bajo costo.
Los dueños de esas tierras deberían transformarse en valiosos "productores de agua" mediante un correcto ordenamiento territorial. Además, esa tierra queda disponible para otros aprovechamientos, como el turismo y la ganadería de bajo impacto. El pago de esos servicios de provisión de agua se cubriría con una parte de las recaudaciones de las facturas de consumo de agua. Es algo viable económicamente. No sería un subsidio, sino una remuneración por servicios.
La provisión de agua debería dar más ganancia que la vaca en la montaña. Pero si seguimos sin pagar el servicio de provisión de agua, los dueños de las montañas seguirán optando por la única alternativa económica viable por el momento: la ganadería no sustentable, que está llevando al despoblamiento de la Pampa de Achala.
Complementariamente, el Estado puede recaudar de las facturas del consumo de agua para ir comprando algunas tierras altas de la montaña. Estos manejos de cuencas se hacen en muchas partes, es algo técnicamente simple, funciona en todo el mundo y aquí, en la Pampa de Achala, hay experiencias.
Reserva hídrica. En las Sierras Grandes, donde las nubes descargan sus gotas, junto al Parque Nacional Quebrada del Condorito, tenemos una Reserva Hídrica Provincial, de unas 130 mil hectáreas, que abarca las porciones más significativas de las nacientes de los principales ríos cordobeses. Se trata en su totalidad de tierras de dominio o posesión privada.
Lamentablemente, tras 10 años de su creación, tenemos todo lo contrario de lo que debería ser una reserva hídrica: sin ordenamiento territorial, sin pautas de manejo, con uso del suelo no sustentable, con sobrecargas ganaderas, con quemas ilegales y por consiguiente, una erosión muy activa y una marcada incapacidad de retención hídrica.
Tenemos así una enorme reserva hídrica sin funcionar. La creación de esta reserva había tenido el propósito original de proteger las nacientes, cosa que nunca hizo, y por eso, los ríos están cada vez más secos. Si alguna vez se hace funcionar este sistema, nos olvidaremos de acueductos descomunales.
Texto publicado en La voz del interior, 18 de enero de 2010.
Germán Jaacks
Guardaparque. Parque Nacional Quebrada El Condorito
La crisis del agua en Córdoba para muchos, no fue sorpresa. Se generalizó el concepto de "sequía extrema" y se planea hacer un acueducto desde el río Paraná. Lo cierto es que nadie explicó las verdaderas razones de la crisis. Por empezar, no hubo "sequía". Lo que hubo es una "estación seca" muy similar a las que se registraron en algunos años anteriores.
Pero la situación se ha vuelto problemática. Si estas fluctuaciones climatológicas antes no generaban caos, ¿por qué ahora sí? Es que se conjugaron tres factores: empeoró el estado de los ecosistemas que nos brindan servicios ambientales a la comunidad mediante la captación y retención hídrica de las lluvias estacionales; la temperatura global está aumentando y nuestras defensas ambientales naturales están demasiado debilitadas para soportarlo, y se incrementó el consumo de agua sin una apropiada planificación y con dificultades de control.
Las lluvias estacionales caen mayormente en las montañas. En el cinco por ciento de la superficie provincial (las Sierras Grandes de Córdoba) nace el 70 por ciento de los ríos que abastecen a más de dos millones de personas. Por milenios, la naturaleza contrarrestó el rápido escurrimiento del agua frenándola mediante la presencia de vegetación. Los suelos con bosques nativos absorben 18 veces más agua que un suelo desprotegido. El suelo es una esponja natural.
Suelo degradado. Ahora, ese sistema no está funcionando bien, porque se ha dañado el suelo con sobrepastoreo, incendios, desmontes, árboles introducidos. Con todo ello, el daño está activo, los suelos se erosionan con el agua y el viento, y va quedando roca desnuda. Estas montañas son una "fábrica de agua", pero se las usa para fabricar carne, leña, pinos, etcétera.
Todo empeora en estos tiempos de calentamiento global. Debemos adaptarnos a esta realidad que se nos viene. El bosque, el matorral y el pajonal nativos son nuestras defensas ambientales naturales contra este incipiente calentamiento y nos ayudarán a amortiguar impactos.
Además, todo se complica cuando la demanda de agua aumenta sin las debidas previsiones. Se generaron emprendimientos inmobiliarios sin dar tiempo a planificar el crecimiento metropolitano y serrano, en función de temas cruciales como la provisión sustentable de agua.
Proyecto río Paraná. La propuesta de solución que baraja el Gobierno provincial es traer agua del río Paraná, con costos de construcción y operación altísimos y relativamente vulnerable ante fallas humanas o técnicas. Y no conocemos aún los detalles de mitigación ambiental de esa iniciativa.
Pero somos cada vez más los que sostenemos que la solución tiene que estar en algo sostenible en el tiempo y que tenga la mayor eficiencia económica, social y ambiental. Y la solución la tenemos a la vista: hay que mirar hacia la montaña, hay que proteger las nacientes de los ríos.
Se debería organizar productivamente las tierras altas promoviendo la captación y retención de agua, aplicando modelos ya comprobados de mejoramiento y aprovechamiento de cuencas hídricas para abastecimiento humano: campos con buena cobertura vegetal, con suelo no compactado, con buenos cortafuegos, con bajas cargas ganaderas, con consorcios de productores rurales que brinden servicios comunes, haciendo restauración ambiental (como forestación con especies nativas, erradicación de plantas invasoras exóticas como pinos, álamos y mimbres) y favoreciendo la investigación. Es todo un trabajo especializado, remunerado y con plena identidad cultural regional.
Se puede considerar una actividad productiva rural más, diversificando la producción serrana. En pocos años de restauración ambiental se obtienen resultados hidrológicos satisfactorios con la aplicación de técnicas de bajo costo.
Los dueños de esas tierras deberían transformarse en valiosos "productores de agua" mediante un correcto ordenamiento territorial. Además, esa tierra queda disponible para otros aprovechamientos, como el turismo y la ganadería de bajo impacto. El pago de esos servicios de provisión de agua se cubriría con una parte de las recaudaciones de las facturas de consumo de agua. Es algo viable económicamente. No sería un subsidio, sino una remuneración por servicios.
La provisión de agua debería dar más ganancia que la vaca en la montaña. Pero si seguimos sin pagar el servicio de provisión de agua, los dueños de las montañas seguirán optando por la única alternativa económica viable por el momento: la ganadería no sustentable, que está llevando al despoblamiento de la Pampa de Achala.
Complementariamente, el Estado puede recaudar de las facturas del consumo de agua para ir comprando algunas tierras altas de la montaña. Estos manejos de cuencas se hacen en muchas partes, es algo técnicamente simple, funciona en todo el mundo y aquí, en la Pampa de Achala, hay experiencias.
Reserva hídrica. En las Sierras Grandes, donde las nubes descargan sus gotas, junto al Parque Nacional Quebrada del Condorito, tenemos una Reserva Hídrica Provincial, de unas 130 mil hectáreas, que abarca las porciones más significativas de las nacientes de los principales ríos cordobeses. Se trata en su totalidad de tierras de dominio o posesión privada.
Lamentablemente, tras 10 años de su creación, tenemos todo lo contrario de lo que debería ser una reserva hídrica: sin ordenamiento territorial, sin pautas de manejo, con uso del suelo no sustentable, con sobrecargas ganaderas, con quemas ilegales y por consiguiente, una erosión muy activa y una marcada incapacidad de retención hídrica.
Tenemos así una enorme reserva hídrica sin funcionar. La creación de esta reserva había tenido el propósito original de proteger las nacientes, cosa que nunca hizo, y por eso, los ríos están cada vez más secos. Si alguna vez se hace funcionar este sistema, nos olvidaremos de acueductos descomunales.
Texto publicado en La voz del interior, 18 de enero de 2010.
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